Maite Mate

 La Osteopatía es, en mi caso, profesión y vocación. Una profesión ciertamente exigente pues supone un conocimiento riguroso e integral del cuerpo. 

Más de 20 años en continua formación y de experiencia profesional, primero en Fisioterapia y desde hace 18 años únicamente con Osteopatía. 

Al no quedarse en el tratamiento tópico sino que busca las causas en el funcionamiento integral del mismo, la Osteopatía exige de quien la practique conocimientos científicos, rigor profesional, no tocar de oído sino escuchar. Pero para mí es, además una vocación. 

Experimento que cada disfunción, lesión o problema que me llega, es como la invitación a un singular diálogo con el paciente a través de mis manos. El malestar es elocuente pero no se expresa siempre de la misma manera. Yo me esfuerzo en captar sus señales que en cada uno tienen acento propio. 

Si los antiguos médicos decían que no hay enfermedades sino enfermos, esto es también verdad para quien como yo practica la Osteopatía ginecológica, obstétrica y pediátrica.