Horatio, es un sabueso español, según los cálculos de los veterinarios tiene ya cinco años. Fue adoptado en ANAA Madrid cuando tenía 2  años.
Fue recogido por ellos en enero de  2010 luego de vagabundear por los
Pueblos  de Toledo junto a su inseparable amigo un pointer. Se cree que  fueron abandonados  y el pueblo pasó la voz a ANAA para que los recogiera.
Estuvo en ANAA cinco meses hasta que llegamos, nos encontramos,  y se fue con nosotros a casa.
Hay una  sección de mimos en la sala de espera de los niños  en  UmayQuipae, de la cual Horatio se ha apropiado, para mimar y ser mimado. Es el “recibidor” oficial  del equipo aunque a veces su siesta es más importante.
Está con nosotros como  coterapeuta para trabajar  relaciones, vínculo, procesos de adopción, casos de maltrato y abandono y lo que el niño o el adolescente quiera proyectar en él.  Lo mismo con  los adultos que  interactúan con él. También es parte  importante de los  grupos  de  supervisiones.  Horatio  es tranquilo,  pegajoso unas veces y otras veces busca su espacio y estar solo..
Se contagia de la energía que traen a UmayQuipa y la absorbe por eso a veces está tranquilo y a veces no para yendo de un lugar a otro.
Vino con miedos, mucho susto y si alguien acercaba una mano para acariciarlo cerraba sus ojos y se encogía; hoy, ya no hace eso, porque muchos niños se han dedicado a ayudarlo a superar sus miedos. Aun le  quedan algunos, como  los de ruidos de disparos,  todo que suene como escopetas , y al  ruido de las  motos y autobuses . Al mismo tiempo le llaman Horatio el perro mágico porque va ayudando  a niños y mayores a curar su miedo a los perros , y lo que trasmite su paz y serenidad.

Horatio decidió partir con las Perseidas, la lluvia de estrellas el 11 de agosto de 2023.

Estaba bien pero ya no comía y no se podía levantar; solo lo conseguía con ayuda. Quiso seguir yendo a su UmayQuipa a pesar del calor y era feliz con los niños y sus familias, hasta que llegaron las vacaciones de agosto.

Las dos últimas noches se las pasaba en la terraza tumbado mirando el cielo, y lo acompañábamos. No sabíamos qué miraba, pero así se pasaba horas tranquilo, mirando. 

Y a pesar del calor esas dos últimas noches se subió a mi cama a dormir cuerpo a cuerpo.

Creo que nos dio todas las señales que su cuerpo de 16 años necesitaba descansar.

Le pusimos uno de sus lazos elegantes para su viaje camino a su estrella.

Ha salido en las noticias que el 11 de agosto se ha descubierto un nuevo cometa que nunca se había visto. Y se pudo ver del 9 al 13 septiembre, justo al mes de su partida.

Los niños lo han llamado el cometa Horatio.

Gracias, compañero de equipo y de vida que, a pesar del maltrato y abandono que sufriste, cuando te adoptamos con tus dos años, supiste dejarte curar por los niños y jóvenes.  Y devolviste amor puro, paciencia, sabiduría; ronquidos plácidos que todos envidiaban.  Curaste muchas fobias de niños a los perros incluso fobias que de gente muy mayor. Los niños te llamaban el perro mágico. 

Salías a recibir a todos y los acompañabas luego cuando se iban, y en la pandemia te costó entender por qué pasaban sólo los niños y los padres se quedaban fuera; salías curioso hasta la escalera a buscarlos y como preguntándoles, te los quedabas mirando.

Y todos te masajeaban y acariciaban poeque a los perritos si se les podía tocar.

¡Gracias! gracias por todo lo dado con esa mirada profunda, esa sabiduría de saber estar, con tu cola que a veces giraba como las aspas de un helicóptero. 

Buen viaje querido Cometa Horatio.

Madrid 11 agosto 2023